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Ike Brackin es un ingeniero de procesos sénior para Flint Hills Resources. Lleva en Koch más de 40 años. También está orgulloso de ser el dueño de un pequeño rancho cerca de Sinton, Texas, a unos 55 kilómetros al norte del complejo de refinerías de FHR en Corpus Christi. La casa de Ike, justo al lado de la carretera municipal, es un sitio agradable con un par de camionetas aparcadas en la entrada y un avión ocasional que despega del cercano aeropuerto municipal de San Patricio.

Nadie nunca se lo imaginaría al pasar por allí, pero la casa del rancho de Ike tuvo un papel esencial al ayudar a mantener el complejo de Corpus Christi en funcionamiento durante el confinamiento por la COVID-19 del año pasado. Gracias al software que FHR puso en marcha en 2019, Ike pudo conectarse a la red de control de procesos de forma segura, analizar las variables del proceso en tiempo real y discutir los ajustes de los esquemas de control con los operadores in situ en Corpus sin tener que hacer nunca el viaje de ida y vuelta de 112 kilómetros. 

“Las interfaces remotas de este tipo, que también satisfacen nuestras necesidades críticas de ciberseguridad, se han convertido en algo importante para nosotros”, dijo Brook Vickery, director de la planta del complejo FHR del sur de Texas. “Es como tener un túnel codificado para que la gente pueda interactuar de forma remota con el sistema de control cuando lo necesiten”. Vickery señaló un acuerdo similar con los ingenieros de las instalaciones de John Zink en Tulsa, Oklahoma. (John Zink es una empresa de Koch Engineered Solutions). “Pueden supervisar, programar y ajustar nuestra unidad de oxidación térmica, que ellos diseñaron y construyeron, a cientos de kilómetros de distancia”.

“Las tecnologías transformacionales como estas están redefiniendo la manera en la que mantenemos, operamos y damos soporte a nuestros procesos”, dijo Paul Houslet, vicepresidente de transformaciones y servicios de FHR. “Durante años, nos limitamos a hacer lo que podíamos hacer en el sitio. Con la tecnología remota, podemos integrar las mejores capacidades independientemente de la ubicación”.

Durante décadas, FHR ha trabajado duro para mejorar la fiabilidad y la eficiencia en sus operaciones. Gracias a la nueva tecnología, Houslet dijo que FHR estaba llevando sus esfuerzos a un nuevo nivel: “Ahora podemos crear un modelo en 3D de una planta que permite a los empleados hacer un recorrido por el lugar de trabajo sin tener que salir al exterior. Es una gran ventaja cuando se trabaja en nuestra refinería de Minnesota en pleno invierno o se intenta practicar el distanciamiento social durante una pandemia”.

Como todas las instalaciones de Koch consideradas como una empresa esencial, la refinería de Pine Bend de FHR, cerca de St. Paul, Minnesota, tuvo que replantearse cómo operar durante la pandemia. Como había muchas cosas que no se podían hacer a distancia, el equipo tuvo la idea de montar una segunda sala de control. Alternar los turnos entre ambos significaba que una sala de control podía limpiarse y desinfectarse cuando el siguiente turno iba a trabajar, minimizando la exposición. “El equipo de Pine Bend puso en práctica sus nuevas capacidades de inmediato”, dijo Houslet. “Lo pusieron en marcha en tan solo 10 días”. 

Gracias a los ordenadores portátiles equipados con una VPN (una red privada virtual), casi todos los empleados de la oficina de FHR pudieron trabajar de manera inmediata a distancia cuando se emitieron las órdenes de confinamiento. “Habíamos repartido esos ordenadores portátiles como parte de nuestro plan de continuidad del negocio”, explicó Houslet. “Pasa ser sincero, estábamos pensando más bien en cómo actuaríamos después de un tornado, un huracán o cualquier otra catástrofe natural. La idea de una pandemia es algo que nunca habíamos previsto.

Por suerte, habíamos distribuido esos ordenadores antes de que supiéramos que los íbamos a necesitar. Todo acabó saliendo bastante bien”.

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Nunca antes había trabajado de forma remota, pero ahora, cada vez que salgo de la planta, cojo mi portátil por si acaso. Si algo me ha enseñado el año pasado, es que nunca sabes lo que va a pasar”. - Ike Brackin